The Little Things


Hoy en día vivimos bastante acelerados y sobretodo en Madrid donde o te mueves o caducas. Un ejemplo claro lo tenemos a las 8 de la mañana en plena hora punta cuando intentar montarte en la Línea 6 de Metro es todo un acto de valentía y que bien podría ser una prueba del programa "¿Qué apostamos?" o incluso presentarnos al Record Guiness... porque aunque cuando se abren las puertas del vagón lo único que veas sea una pared humana... no lo dudes, tírate en plancha que seguro que hay hueco para una persona más!! el cuerpo humano es ampliamente moldeable (¿ será porque somos agua en un 80%???).


Aunque también podría valer esta experiencia para una prueba de testaje de desodorantes, porque aunque salgas recién duchada de tu casa, "la caló" que hace a esas horas en el metro junto con la masificación de los vagones es espectacular!! Así que, estás seguro de que Rexona no te abandona???.

Y después de que has conseguido meterte en el vagón y piensas: "prueba superada!!" no te das cuenta de que aún queda lo más difícil... salir de él!!!. Porque en estaciones claves como Avenida de América, Pacífico o Nuevos Ministerios la batalla de supervivencia continua y aquí no se tienen miramientos ni con la pobre abuelilla, ni la embarazada ni el ciego... esto es la ley de la selvaaaa!!! asi que ala, a correr!!! y allá que salimos todos en manada como si fuéramos hormigas saliendo del hormiguero, todos en fila sube que te sube escaleras, o baja que te baja. Y eso siempre que vayas en la misma dirección que la masa, porque si por lo que sea tu salida se encuentra en la dirección contraria... me río de las estampidas de búfalos!!!

Por eso a veces hay que abandonar este estado autómata y merece la pena decir: "Quieta, pará!" y no dejarte arrastrar por las rutinas, los horarios, el trabajo, las preocupaciones... en resumidas cuentas, disfrutar de las pequeñas cosas que son las que le dan sal a la vida.

En Segovia disfrutaba de esas pequeñas cosas cuando cada mañana iba a comprar a la frutería y me echaba una parrafada con Don Hilario, mi frutero. Sé que puede sonar de coña que uno de mis mejores momentos fuese hablar un rato con mi frutero, pero como estaba todo el día encerrada estudiando pues eso de ir a comprar mandarinas o sandia pues me daba vidilla, no sé, al menos era cambiar de actividad. Aunque el hombre ponía buena intención y siempre me preguntaba si yo opositaba para la Junta y le acabaría haciendo las inspecciones de sanidad... me da que es que no me sabía explicar aunque yo siempre le decía que mi opo era para el Ministerio, pero bueno, para qué discutir!!. La cosa es que cuando aprobé la oposición le dije toda feliz: "Hilario, esto hay que celebrarlo con un vinito!!", pero el hombre me dijo que era diabético, así que la celebración se redujo a un café (sin azúcar, claro!).

Una de esas "little things" que me hacen sonreir y que sé que puede parecer una tontería, pero por eso son pequeñeces, es cuando el portero del edificio de al lado de la oficina de mi madre, un señor mayor muy agradable que me conoce desde que era pequeñita, me dice cuando paso todas las mañanas para ir al banco: "hola, Pretty Woman!" (con acento made in Spain, claro!) y con un tono paternal, porque ahora a ver si me desvirtuais la frase y pensais que lo dice en plan obrerete agroman y ala, a tomar por saco el sentimentalismo que le estaba dando a esta historia...

Así que hoy decidí dedicar una "little thing" a Cova, la chica del banco que me sella las rentas todas las mañanas. Siempre me está diciendo que le encantan las pijadillas que llevo, ya sean broches, collares, pulseras... así que le hice un broche de fieltro para poner en una camiseta y se lo he llevado hoy y se ha puesto tan contenta.

Porque aunque el valor económico es nulo, estos pequeños detalles son los que nos hacen felices!!


Un regalo porque sí, porque hoy es tu "no-cumpleaños", una llamada o un mensaje sólo porque me acordaba de tí y me apetecía decirte "hola!", que Goofy venga a recibirte cuando llegas a casa con un juguete en la boca (el que lleva el juguete es él, eh!), una tarde de amigotas con una tartita de chocolate y un café, una duchita antes de meterte en la cama (por no hablar de mis queridas siestas...), una sonrisa o un abrazote porque tu lo vales... cosas simples pero que valen más que todo el oro del mundo!!!



29 de Junio de 2009