SENSACIONES


A veces estás andando por la calle, en el trabajo o sentada en una terraza y de repente se hace un silencio en tu interior , los cinco sentidos se agudizan y te ves inmersa en lo que yo denomino "sensación". Te viene una oleada de felicidad y no sabes por qué. Otras veces la sensación es totalmente opuesta y te encuentras sumida en una profunda tristeza sin razón, luchando por encontrar una posible explicación, que al final acabas achacando a las pobres hormonas (recurso muy usado por las mujeres)

Puede durar unas décimas de segundo o acomodarse durante días en tu cabeza, puede generarte paz, felicidad o también tristeza y nostalgia, pero siempre es una situación que vivo con intensidad. Luchando por disfrutar de ese momento o por intentar olvidarlo.

Ayer cuando llegaba a la oficina en el puerto de Vigo con 2 kilos de langostinos (para analizar en el laboratorio, eh! no penseis que voy de contrabando marisquero...) tuve una de esas sensaciones. Eran las 14:00, unos 26 ºC, con un solecito muy rico. Bajo del coche con mi bolsa de langostinos y... de repente llegó, no sé por qué. El escenario era perfecto, barquitos amarrados, el olor a mar, las gaviotas con su canto peculiar (hay veces que cuando estás en este trance hasta te parece agradable el graznido de las gaviotas... sin comentarios!), se oía de fondo una gaita, el sol me daba en la cara y pensé: "¡ esto es una maravilla!", me sentí super bien....

Puede ser que viniese embobada del PIF porque había estado hablando de poemas y pasteladas varias con uno de los operarios. Aclaro que no había ningún tipo de doble intención, simplemente entre merluza y calamar surgieron comentarios sobre poemas como "Táctica y estrategia" de Benedetti, recomendaciones de libros como "La ladrona de libros" y de canciones como "The man who can´t be moved" (The Script) o "You and me" (Life House)... Me empezó a contar cosas románticas que le había escrito a su mujer cuando eran más jóvenes como por ejemplo:

Eres mi espejo...
quiero decir,
que necesito verte para poder mirarme.

Y claro, salí de allí pensando que ¡¡ qué bonito es estar enamorado!! y por eso puede que tuviese ese momento zen cuando iba con mis 2 kilos de langostinos...

Papá, por qué somos del Atleti??


“Papá, ¿por qué somos del Atleti?. Gran pregunta, verdad? Y la respuesta es simple: “ porque sí, porque es algo muy muy muy grande, porque nos va la marcha, porque eso de vivir en tensión tiene su punto y porque ser del Madrid es fácil”.

Esta como otras decisiones nos marcan en nuestra vida (y siendo del Atleti más aún…). Pero tal vez por eso, por ese miedo a equivocarnos y sobre todo a acarrear con la responsabilidad de las consecuencias de una decisión, es por lo que muchas veces nos quedamos estáticos viendo como la vida y las diferentes situaciones nos van ocurriendo, sin que nos suponga un trauma ya que… “pasó porque tenía que pasar… no fue mi culpa!” (mi padre desde pequeñita me puso la camiseta del Atleti y luego ya le cogí cariño a la filosofía colchonera…)

Todas las decisiones que hemos ido tomando nos han marcado y han hecho que estemos en el punto actual. Yo elegí hacer veterinaria sin una vocación excesiva, sólo porque me gustaban los animales (una razón de peso, eh!, aunque mandaría narices que encima no me gustasen!!), pero bueno, si no mi segunda opción era Farmacia porque era lo que iba a hacer Gemma (sí, vale, otra razón de peso, eh!!).

Si no hubiese hecho veterinaria no habría conocido a Rafa y no me habría ido a vivir 5 años a Segovia para trabajar durante casi 3 años con… marranos!!! Otra cosa surrealista para alguien que elige veterinaria sólo porque le gusten los animales… que ya podía haberme decantado por otra especie que oliese mejor!! Pero no, allí que me tiré a la piscina con todo el equipo y ala, a saltar cuadras y a abrir cerdos con un cuchillo carnicero (porque lo del bisturí no queda muy bien en estos ambientes y siendo rubia, con un A3 y encima de Madrid ya son muchos hándicaps para hacerte respetar!), así que allí estaba yo como si fuese más de campo que las amapolas.

Aquí un factor decisivo para mi decisión fue el amor, que cuando dicen que todo lo puede no es coña!! Te lo aseguro y mi perro también!!! Porque el pobre no había visto una pulga hasta que su dueña, la veterinaria de campo, las empezó a traer a casa…

Peeeero, estaba super enamorada!! Y no me arrepiento de esa decisión, aunque ahora esté de funcionaria, en Vigo y sin novio ( pero bueno, al menos huelo bien…)

Lo de opositar fue otra decisión dura que al final fue uno de los principales detonantes del fin de mi relación, ya que igual que cuando estás de borrachera y llega un punto de la noche en que “o lo quemo o lo duermo” pues después de toda oposición “o me caso o lo dejo”.

Tal vez hubiese sido mejor seguir con mis marranos en Segovia o tal vez habría sido mejor hacer farmacia con Gemma, tal vez habría sido mejor Alicante o Barcelona que Vigo…qué más da!! Eso ya nunca lo sabré y la cosa es que me da igual, porque ni el pasado ni el futuro son reales, lo único que importa es el presente que es lo que verdaderamente tocamos con las manos.

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?...

Pues sí o tal vez no, esa es la gracia de vivir y sobretodo de decidir qué queremos hacer con nuestra vida. Y sí, aunque cueste explicarlo, soy del Atleti!!!